domingo, 9 de junio de 2013

**Cultura Otomí**


¿Qué significa otomí?
No se sabe con exactitud el significado de la palabra otomí. En otomí, otho significa no poseer nada, y mi, establecerse. Estas dos palabras podrían interpretarse como pueblo errante. También se puede considerar que otomí proviene del náhuatl otocac, el que camina, y mitl, flecha; asimismo, se puede derivar de totomitl, flechador de pájaros o aves. Si tomamos en cuenta los distintos significados, el término otomí se puede definir como "cazadores que caminan cargando flechas". En su lengua, los otomíes se autodenominan Hña Hñu, que significa hablantes de otomí o gente otomí.

¿Dónde se Localizan?
Se localizan principalmente en 14 de los 121 municipios del Estado de México. En orden de importancia están Toluca, Temoaya, Jiquipilco, Morelos, Otzolotepec, Chapa de Mota, Lerma, Aculco, Amanalco, Huixquilucan, Xonacatlán, Timilpan y Zinacantepec. La mayoría de estos municipios se ubican en dos regiones: la noroeste, Atlacomulco-Timilpan, y la región centro, Toluca-Lerma.
IMAGEN DE LA UBICACIÓN DE DISTINTOS GRUPOS ÉTNICOS EN EL ESTADO DE MÉXICO

Lengua
La lengua otomí tiene variantes dialectales, las cuales están asociadas con los distintos lugares geográficos donde habita este grupo étnico. En general, estas diferencias se presentan en los niveles fonológico, fonético y sintáctico. La lengua otomí está considerada como una lengua tonal, lo cual hace que su escritura sea compleja. De acuerdo con la clasificación lingüística que se ha realizado sobre las lenguas indígenas, la familia otomangue se clasifica en mixteco, popoloca, chiapaneco-mangue, chinanteco, amuzgo y otopame. De este último, se desprende la rama otomí-pame, mientras que del otomí se derivan las siguientes lenguas: otomí, mazahua, matlatzinca y ocuilteca.

Algunas de sus creencias
Los otomíes clasifican el origen de las enfermedades en dos niveles: las de origen natural y las de origen sobrenatural. A las primeras, las combaten con medicina alópata; las segundas forman parte de la cosmovisión del grupo. Para los otomíes, los orígenes de las enfermedades tienen una base mágico-religiosa; para curarse acuden con terapeutas tradicionales, como son las parteras y los hueseros, hierberos y rezanderos. Las enfermedades más comunes que padecen los miembros de este grupo son las gastrointestinales y las broncorespiratorias.
También hay quienes pensaban que al ser fotografiados les robaban el alma y que a los bebes no se les podía poner frente a un espejo porque de igual manera les robaban el alma.
 
Su vivienda
La vivienda original otomí ha cambiado los materiales tradicionales como el adobe, el tejamanil y la madera, y han sido sustituidos por materiales más modernos. La distribución del espacio en el cual están construidas las viviendas otomíes se divide en casa-habitación, cocina tradicional, patio, huerto familiar, granero o zincolote, donde se guarda el maíz, y corrales para animales de traspatio.
Actividades económicas
La actividad tradicional de los otomíes es la agricultura, dedicada especialmente a la producción de maíz para el autoconsumo; también siembran frijol, chile, trigo, avena, alfalfa, cebada, papa y haba. Los cultivos se realizan con técnicas y herramientas tradicionales. También se practica la ganadería lanar, porcina y equina. Como complemento de la subsistencia familiar se crían animales de traspatio, como guajolotes, gallinas y pollos.


Otra de sus actividades económicas son la creación de artesanías, por ejemplo desde 1970 se ha impulsado la producción de tapetes de lana, los cuales son fabricados especialmente por las mujeres otomíes del municipio de Temoaya. Los molcajetes y metates de piedra negra se elaboran en el municipio de Acambay, donde también se hacen bolsas de paja de trigo, sombreros de palma, canastas y sillas de tule. En algunas localidades de Toluca se hacen piezas de alfarería y ayates de fibra de maguey, mientras que en Otzolotepec se producen fajas, manteles y servilletas tejidas a mano. En Xonacatlán sobresalen los textiles elaborados en telares de cintura. Mientras que en el municipio de Jiquipilco la elaboración de pulque es muy común.




Alimentación
La alimentación básica de las familias otomíes consiste en tortillas de maíz, frijoles, huevo, quelites, quintoniles, malva, queso y, en algunas ocasiones, carne de pollo o de res. En cuanto a bebidas, acostumbran tomar café, atole, té de diversas hierbas, refrescos y pulque.


Organización social
Hoy día, las comunidades otomíes están divididas en cuarteles o barrios. En cada uno de éstos hay un representante, que es elegido por el delegado municipal y el pueblo. Este representante tiene la función de servir como intermediario entre su comunidad y los representantes del gobierno municipal. Los otomíes conservan la mayoría de los cargos religiosos tradicionales, como son los mayordomos y fiscales, aunque la elección es voluntaria. El trabajo comunitario, conocido como "faena", todavía perdura entre las comunidades de esta población indígena.
La organización política de los pueblos otomíes se centra en torno al ayuntamiento constitucional.

Fiestas
Las fiestas que celebran los otomíes del Estado de México se enmarcan en el calendario religioso católico. En cada población se lleva a cabo la fiesta patronal, Para llevar a cabo una fiesta, en cada comunidad se forma una comitiva, la cual se encarga de recolectar una cooperación en cada barrio o cuartel. El dinero recolectado se utiliza para la compra de adornos, juegos pirotécnicos, comida y música. Un ejemplo muy conocido en el municipio de Jiquipilco, es la fiesta de la SANTA CRUZ, en la comunidad de Santa Cruz Tepexpan, que se celebra cada 3 de Mayo. En ésta, muchos grupos de danzantes y personas de los pueblos aledaños recorren un largo camino para llegar hasta la punta del cerro donde se encuentra el santuario y así demostrar su compromiso de fe. En esta fiesta se pueden apreciar muchas de las artesanías que los otomís realizan y venden para lograr su sustento económico. Un autor señala que los rituales festivos se convierten en un espacio que permite a los otomíes reencontrarse con los suyos, con sus raíces; les permite, además, reproducir valores tradicionales, así como reafirmar su identidad como integrantes de un grupo social definido.. Las danzas que los otomís realizan con mayor frecuencia en sus festividades son: la danza de Pastoras, danza de los Arrieros, danza de Santiagueros y danza de Concheros.


















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